La cosecha está lista y la hora avanzada. Perdemos cosecha preciosa. Así, debemos equipar a la Iglesia tan rápidamente posible para la tarea de la gran comisión. Por esta razón, la AMM enfoca la multiplicación.

• Multiplicación de facilitadores y clases. Comenzamos con clases guiadas por facilitadores entrenados. Cada facilitador, mientras guía a sus clases, está atento a participantes que demuestran un entendimiento del tema y un interés en equipar a otros. A ellos se animan a servir como facilitadores de sus propias clases o grupos. Y mientras ellos guían a sus clases, están atentos a los de sus participantes quienes manifiestan el potencial de ser un facilitador. Así, multiplicamos facilitadores y clases rápidamente.
• Multiplicación de idiomas. Apuntamos a proveer nuestros textos y materiales en múltiples idiomas. Aunque muchas veces se producen originalmente en español o inglés, según Dios provee traductores trabajamos hacia su adaptación y traducción para otros contextos lingüísticos claves. Así, equipamos a la población evangélica mundial para la obra misionera.

Por funcionar así, la AMM promueve un crecimiento exponencial, capaz de alcanzar a muchísima gente en poco tiempo.

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